PERSPECTIVAS
Las fronteras de la Ciencia

Gorilas ante el espejo

Título de la foto

Gorila del Parque de Cabárceno con su cría.

PARQUE DE CABÁRCENO
  • Un experimento demuestra que es capaz de reconocer su propia imagen

En cuanto se fijó en su propia imagen reflejada en el espejo, la gorila se acercó de inmediato, hipnotizada por el insólito espectáculo de descubrirse a sí misma. Con su pequeña cría colgada permanentemente de la espalda, la majestuosa hembra no se cansaba de observarse de arriba abajo, analizando con aparente coquetería cada milímetro de su imponente pelaje y girando su cuerpo para intentar verse la espalda. "Eso nos demuestra claramente que es capaz de reconocer su propia imagen, porque intenta observar las partes de su cuerpo que habitualmente no puede verse", me explicó el primatólogo Pablo Herreros, mientras realizaba ante mis ojos este fascinante experimento en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno.

Esta pasada Semana Santa he tenido el privilegio de visitar este espectacular zoológico de Cantabria, donde gorilas, elefantes, leones, tigres, jirafas, rinocerontes, hipopótamos y muchos otros representantes de la fauna africana residen en gigantescas explanadas, junto con osos, lobos, ciervos, linces y otras especies ibéricas. En un país donde tanto dinero público se ha despilfarrado en aeropuertos fantasma y otras disparatadas obras faraónicas, Cabárceno me parece un proyecto ejemplar impulsado con una mentalidad innovadora en el que ha primado la excelencia y la calidad. Una antigua y abandonada mina de extracción de hierro se ha reconvertido en un inmenso y bellísimo espacio donde se puede observar a animales en semilibertad, disfrutando de una experiencia que se asemeja mucho más a la de un auténtico safari que a los tradicionales zoos urbanos donde las criaturas enclaustradas en diminutos y agobiantes recintos nos inspiran lástima.

En Cabárceno, además, se están empezando a planificar investigaciones muy interesantes sobre el comportamiento animal. Las reacciones que presencié de una presumida gorila ante un espejo fueron tan sólo una pequeña pincelada de un proyecto mucho más ambicioso. Pablo Herreros -autor del blog 'Yo, Mono' de ELMUNDO.es, que cada semana analiza el excéntrico comportamiento del animal humano desde una perspectiva primatológica, y del libro recién publicado por la Editorial Destino con el mismo título- está diseñando un experimento sistemático sobre la capacidad de los gorilas para reconocer su propia imagen y, por tanto, tener consciencia de sí mismos.

Tradicionalmente, la autoconsciencia ha sido una de las capacidades que se consideraban un monopolio exclusivo del ser humano. Sin embargo, al igual que ha ocurrido con otras habilidades como la fabricación de herramientas, que se consideraban exclusivas del Homo sapiens, ya se ha demostrado que nuestros primos más cercanos en el reino animal, como los chimpancés y los orangutanes, son capaces de reconocerse en un espejo.

Pero no sólo los simios pueden identificar su propio reflejo. En un fascinante experimento realizado en 2006 en el zoo neoyorquino del Bronx, se comprobó que 'Happy', una hembra de elefante, se quedaba fascinada al descubrir su propia imagen. Y las mismas reacciones también se han observado en delfines. Ahora, las primeras observaciones preliminares logradas por el primatólogo Herreros en Cabárceno sugieren que los gorilas también se unirán pronto oficialmente al grupo de especies 'autoconscientes'. Es cierto que los humanos hemos llevado esta capacidad muchísimo más lejos que cualquier otro animal, y somos los únicos que nos preguntamos, por ejemplo, si después de la muerte no hay nada, o si como muchos acaban de celebrar en los rituales de Semana Santa, resucitaremos en algún paraíso. Pero la fascinación de una gorila ante su propia imagen en un espejo debería servir para recordarnos de dónde venimos, y concluir que en realidad no somos tan especiales como pensamos.

@mono_pensante

PABLO JÁUREGUI es responsable de la sección de Ciencia de EL MUNDO