Crisis que son oportunidades
Vea el análisis de Eduardo Arriagada sobre Start Up Chile en la CNN.
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El programa Start-Up Chile, creado por el ex presidente Piñera, es una incubadora de proyectos de emprendimiento abierta a todo el mundo
Si tuviera que escoger una palabra clave, capaz de hacer que una empresa pueda seguir siendo competitiva hoy, sería disrupción. En pocas palabras significa pensar en cómo hacer mejor lo que ya se está haciendo.
La técnica de moda para conseguirlo es lo que se conoce como design thinking, que implica aproximarse a cualquier problema del negocio con empatía y creatividad. Se trata de procesar la información en su contexto para presentarla con forma de una buena historia.
¿Dónde se aprenden estas técnicas? En las facultades de ingeniería, negocios y diseño. Aunque es significativo que los que escriben sobre el design thinking lo definen como un ejercicio de comunicación.
En esta misma línea, Jack Dorsey, uno de los creadores de Twitter, decía que "si queremos lanzar un producto que sea relevante para alguien, tendríamos que ponernos en los zapatos de éste y escribir una historia desde su punto de vista".
El emprendimiento alrededor de las brillantes tecnologías de lo móvil, tiene a su favor la existencia de aceleradoras de negocio que apoyan los primeros meses de vida de una buena idea.
Empresas que hoy aparecen robustas, como Dropbox y Airbnb, hace pocos años tenían a sus fundadores recibiendo mentoring (tutoría) en alguna de estas incubadoras que son parte de las parodias de la nueva serie de HBO Silicon Valley.
Jimena Zúñiga es una economista argentina con estudios en Harvard y Columbia, que tras trabajar en Barclays Capitals en New York, decidió que debía volver a aportar a su tierra. El populismo de las políticas económicas dominantes en su país la empujó a crear un medio de comunicación: Bastión Digital. Desde enero de este año está en Santiago, es uno de los 300 emprendimientos que cobijará este año el proyecto estatal Start-Up Chile.
Pocos saben que en Chile se encuentra la aceleradora que apoya el mayor número de proyectos al año: Start-Up Chile. Financiada por el Estado, recibe 100 propuestas cada 4 meses, y aunque ser seleccionado puede resultar muy competitivo "si sales elegido terminas en una incubadora de primera clase" afirma el medio norteamericano VentureBeat.
Integrarse a esta Start-Up exige pasar 6 meses físicamente en Chile, pero sin obligación de que la empresa se establezca en el país. Para el Estado es suficiente que la iniciativa se incube allí, sólo por el valor de la cultura de emprendimiento que genera. Cuando el ex presidente Sebastián Piñera creó esta start up lo hizo tras reconocer que el país "carecía de una verdadera cultura de innovación y emprendimiento".
El programa entrega 40.000 dólares a cada proyecto seleccionado, visas a los emprendedores, oficinas, y conexión con asesores que guían el inicio del negocio. Se ofrece un ambiente de trabajo en redes (24 horas al día, 7 días a la semana) con otras 100 empresas y acceso a inversores.
De los mil emprendimientos provenientes de 71 países que han pasado por Chile en casi cuatro años, el 6% son españoles. Pero además, el éxito de la promoción chilena ha inspirado a crear programas similares, tanto en Inglaterra, como en Canadá, Australia y Singapur. Incluso en Jamaica, Brasil y Perú.
El próximo 2 de junio, en la Universidad de Castilla-La Mancha, el académico español Juan Luis Manfredi convoca un seminario para el fomento del emprendimiento en el mundo de las comunicaciones. Quizá es el momento de que algunos se animen y desempolven el sueño del medio propio.
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EDUARDO ARRIAGADA es periodista y consultor de medios, trabaja como profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad Católica chilena